Para brindar una educación en valores es imprescindible el trabajo entre padres y educadores; es el caso de la religiosidad, donde la enseñanza se inicia en el hogar, promovida por el ser y el hacer de los padres y otros adultos significativos para el niño; más tarde, serán ampliados y fortalecidos en la institución.
Los valores institucionales que promovemos son:
● Orden
● Obediencia
● Respeto
● Colaboración
Los mismos que, a través de la repetición de pequeñas acciones planificadas intencionalmente se instaurarán como hábitos en los niños que luego se convertirán en virtudes y posteriormente en valores.